18 obras de Débora Arango llegan a Bogotá para la exposición La huida del convento

El Museo de Arte Moderno de Medellín, en alianza con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el Museo Santa Clara, anuncia la apertura de la exposición La huida del convento, un homenaje a Débora Arango, durante la conmemoración de los 20 años de su partida el jueves 4 de diciembre.

La maestra Débora Arango (Envigado, 1907–2005) desafió un contexto profundamente marcado por el conservadurismo moral y social. A través de su obra denunció las estructuras patriarcales y eclesiásticas que limitaban la libertad individual, especialmente la de las mujeres. Su pintura fue, más que un gesto estético, un acto de valentía que expuso las contradicciones morales y la hipocresía de su tiempo.

Que su obra se exhiba entre el 4 de diciembre de 2025 y el 1 de marzo de 2026 en el Museo Santa Clara —un espacio que durante siglos acogió el encierro religioso de mujeres— reviste un profundo simbolismo. Ese recinto, escenario de clausura, devoción y control, abre ahora sus muros a la libertad crítica y creativa representada por Arango.

La exposición reúne dieciocho obras de la Colección MAMM, organizadas en cuatro núcleos temáticos que permiten una lectura amplia y reflexiva de su legado:

• Su relación con la educación religiosa y la vida conventual.

• Sus reinterpretaciones del imaginario católico.

• Su crítica a la Iglesia como institución.

• Su mirada sobre la familia, la desigualdad social y las maternidades no idealizadas.

Estas piezas dialogan con obras coloniales del Museo Santa Clara, creando un contrapunto entre el arte barroco tradicional y la mirada disruptiva de Arango. El título de la exposición retoma una de sus acuarelas más emblemáticas, en la que una mujer desnuda abandona el claustro: un gesto simbólico de fuga, liberación y rechazo a las estructuras opresivas que marcaron la vida de tantas mujeres.

La huida del convento es un acto de memoria, resistencia y reconocimiento. A través de la obra de Débora Arango, la exposición invita a repensar la historia del arte colombiano, las estructuras de poder y las voces silenciadas —especialmente las de las mujeres—. Al mismo tiempo, celebra la valentía de una artista cuyos trazos siguen resonando con fuerza en la actualidad.

Invitamos a todas las personas a recorrer la muestra, participar en las actividades pedagógicas y culturales que la acompañan y sumarse a este homenaje que trasciende lo estético para convertirse en un espacio de diálogo y transformación.