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dos personas observando una obra de arte

¿Cómo hacer espacios imposibles?

Diálogo museográfico con la Residencia Arte como Educación

¿Cómo reintroducir la imposibilidad y lo impredecible en el proceso educativo para incentivar el desarrollo de una imaginación sin límites? En los últimos siglos la educación se ha concentrado crecientemente en el concepto de utilidad y aplicabilidad para satisfacer el mercado laboral. La tendencia a promover los cursos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en inglés) en detrimento de las Humanidades nos hace temer por un abandono de la imaginación creativa para el ciudadano medio. Sin negar la importancia de los aspectos prácticos y la necesidad de conseguir empleos, preocupan los efectos que una limitación de los procesos cognoscitivos tiene en una sociedad en la que ya predomina el consumo sobre la creación.

La intención especulativa que además de ampliar la lectura del mundo, ejercita y expresa la dimensión imaginativa y utópica, permite construir una plataforma desde la cual se puede evaluar críticamente la realidad de lo posible. Esta distancia crítica ayuda a identificar los obstáculos que separan la imposibilidad de lo posible, los obstáculos que causan la imposibilidad, y al análisis de los intereses y las estructuras de poder que se benefician de su presencia. Facilita, entonces, la negociación con la realidad en forma transdisciplinar y creativa para ampliar el campo de lo posible al servicio del bien común. Acepta lo poético como una parte importante de nuestra vida cotidiana. Esta metodología es típica del quehacer artístico, pero generalmente se supone reservada para unos pocos como el producto de una especialización que separa al artista profesional dedicado a triunfar en una escala meritocrática del ciudadano medio.

Creemos que parte de la  educación tradicional se ha convertido en entrenamiento. Proyectos como la Residencia Arte como Educación tratan de redefinir la educación para ayudar en la exploración de la creatividad con el propósito de enriquecer la adquisición y procesamiento de información, promover la generación de significados nuevos, y definir la buena ciudadanía como un acto de creación continua más allá de la competencia específica necesaria para una profesión o empleo en particular. Es por eso que la residencia propone integrar la metodología artística en todas las disciplinas, no importa su contenido, como una forma de percibir y cambiar fronteras, de problematizar la realidad, como una técnica de cuestionamiento y de reordenamiento, e inscribir la creatividad en todos los campos del conocimiento.

Para lograr estos cambios es fundamental que los visitantes de museos participen activamente en el mismo proceso creativo utilizado por los artistas, en lugar de continuar en ejercicios que solamente impliquen la “apreciación del arte”. Por medio de ejercicios y diálogos referentes a las preguntas que generaron las obras de arte de la Colección MAMM tratamos de llevar al público a que encuentre sus propias respuestas. Con ello, las personas entran dentro del proceso de pensamiento crítico y creativo propio del quehacer artístico, actúan como colegas de los artistas y no como consumidores, y evitan enredarse prematuramente con cuestiones de gusto. Al comprender el proceso de pensamiento necesario para resolver problemas y contestar preguntas, el visitante entiende la importancia de la problematización y de las preguntas que permiten mayor profundidad reflexiva. Estas aptitudes y actitudes son tan necesarias en el arte como en la ciencia o en cualquier otra disciplina utilizada para la adquisición, procesamiento y expansión del conocimiento. Por lo tanto, el arte presentado de esta manera no es un fin en sí mismo, sino una metáfora y un campo de experimentación.

En la Residencia Arte como Educación participaron 37 mentores de Cosmo Schools, 8 artistas colombianos y 5 mediadores MAMM.

Equipo SOA / ACE: Ana Gotta, Luis Camnitzer, María Del Carmen González, Marina García López, Sofía Quirós, Vivian Honigsberg.

SOA arte contemporáneo es un colectivo uruguayo de arte independiente que trabaja en curaduría y producción de proyectos y ACE (Arte como Educación) es un colectivo internacional situado en Nueva York que entiende “arte” como una vía de pensamiento flexible no limitado por las disciplinas, es decir, como una meta-disciplina, aplicable a todos los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Artistas y mediadores residentes: Andrea Ospina Santamaría, Andrés Vergara Bonilla, Angélica Teuta, Juan Camilo Carmona Bedoya, Daniel Serna Henao, Emiliano Cano Arias, Georgina Montoya Vargas, Isabella Ramírez Balthazar, Johana Gallego Lezcano, Jorge William Agudelo Muñetón, Juan Camilo Londoño Manco, María Verónica Machado Penso, Natalia López Polanía, Yuliana Ocampo Henao.

Mentores Cosmo Schools y equipo COMFAMA: Amalia Yanuba Vega Quiñones, Angie Katerine Carmona Suárez, Anny Leandra Quiroz Ospina, Carolina Marín Castaño, Claudia Lucia Cartagena Montoya, Cristina Ospina Villa, Dahiana Caro Taborda, Daniel Ortega Sanmartín, Daniel Sepúlveda Guarín, Daniela Alejandra Pinillos Hernández, Diana Patricia Arroyave Hernández, Gina Daniela Parra López, Jorge Andrés Londoño Ceballos, Juan Esteban Vélez Bolívar, Juliana Roldán Chica, Karen Dayana Patiño Castaño, Leidy Johana Ramírez Jiménez, Lina Marcela Cuartas Villa, Lucía Martínez Castellanos, María Camila Gómez Montoya, Maria Camila Vega Vélez, Mariana Bustamante Gómez, Maroly Cortés, Mateo Maya Torres, Mike Yerson Toro Montoya, Natalia Andrea Peña Orrego, Néstor Mauricio Quintero Osorio, Sandy Yirley Arboleda Zuleta, Sebastián Gómez Alzate, Silvana Cano Campo, Stefanía Marulanda Posada, Stefanía Rodríguez Campo, Stiven Álvarez Franco, Valentina Martínez, Valentina Tejada Pérez, Yadira Martínez Palacio.